jueves, 21 de octubre de 2010

“Solemne Brindis por un Soldado de América”

MARIANO MELGAREJO EL ESPARTANO BOLIVIANO.

El V-irginal General Mariano Melgarejo fue un auténtico espartano. Un modelo de ejemplaridad lleno de V-alor y V-irtud, de genialidad estratégica; con mucho, fue el más grande diplomático de la historia de nuestra nación; pero ante todo, fue un hombre de honor portador de un carisma personal como no se volvió a ver en Bolivia hasta el advenimiento al poder de otro militar heroico y talentoso: Germán Busch.

Para todos los que miramos en el Mariscal Francisco Solano López y su gesta heroica en la guerra de la triple alianza, a una manifestación del Líder de la Sangre Pura, y a un enviado del Señor del Valor y la Belleza Absolutos, tiene gran relevancia la vida y obra del general Mariano Melgarejo, que estamos seguros, fue un “tulku” del mismo reflejo espiritual que forjo a soberbio guerrero en la humanidad de Solano López.

El Coronel retirado del ejército boliviano Edgar R. Gómez Maldonado, nos asegura que el general Melgarejo ofreció dos divisiones de refuerzo al Mariscal Paraguayo, que este rechazó agradecido, aún teniendo la justificación de la enorme superioridad numérica de los aliados contra Paraguay.

De su inédita obra revisionista: “Capitán General Manuel Mariano Melgarejo” que pronto será ofrecida en su primera edición digital, extractamos el siguiente relato sobre la afinidad de estos dos heroicos guerreros en la hora más difícil, la del sacrificio inevitable.

“Solemne Brindis por un Soldado de América”

El espíritu de convivencia armónica entre los países de América era latente en el General Mariano Melgarejo; oportunidad que se le presentaba para manifestar esa convicción, no dejaba pasar.

Una de esas ocasionales circunstancias nos relata el Señor Tomas O’Connor D’arlach.

Era uno de aquellos días en que… “el Presidente Melgarejo dio un gran banquete en su palacio, en el que estuvieron presentes entre otros muchos invitados, el secretario de la legación de Brasil y algunos caballeros argentinos que se encontraban en la ciudad de La Paz.

“Ese día el General Melgarejo estaba de muy buen humor, pero, una desgraciada casualidad hizo que pocas horas antes del banquete, llegará el correo del exterior y él recibiera (entonces no había telégrafo en Bolivia) la noticia de la victoria definitiva de los aliados sobre los paraguayos y la muerte heroica del gran Solano López.”

“Apenas acabó el presidente de leer esta noticia que lo contrarió profundamente, llamó a uno de sus edecanes y le dijo:

- “Entre los invitados que tenemos para el banquete de esta tarde, figuran unos brasileños y argentinos, ¿verdad?”.

- “Si Excelentísimo Señor” – Respondió el edecán.

- “Lo siento -dijo el General- pero, paciencia, ya no hay medio de desconvidarlos”.

“Llegada la hora del banquete, Melgarejo presentóse a la mesa con la mayor corrección y compostura, mostrándose amable y sagaz con todos. Durante la comida se habló, como era natural, de la gran noticia del día: la conclusión de la famosa guerra del Paraguay y el trágico y heroico fin del presidente Solano López, por el que el general manifestó mucho sentimiento.”

Llegó el momento del brindis.

“Melgarejo, éste, un poco excitado ya por el licor, atusándose la negra y hermosa barba, levantó su copra de champagne y espetó este famoso brindis:

“Debemos admitir y rendir homenaje al valor y al patriotismo, donde quiera que los encontremos. Los valientes guerreros, los héroes, tienen por Patria el mundo todo. No me vengan con nacionalidades cuando se trata de un gran valor o un gran talento. EL GENERAL FRANCISCO SOLANO LÓPEZ, NO PERTENECE AL PARAGUAY, ES UNA GLORIA DE AMÉRICA Y DE LA HUMANIDAD. Bebo, pues, esta copa a la memoria de este héroe y del gran pueblo paraguayo, a quien han podido vencer, no rendir, entre los macacos y los gauchos.” (Alusión a los brasileños y argentinos)

“Y como notara que la sorpresa y el estupor producidos en todos los concurrentes por semejante brindis, un caballero brasileño y otro argentino se quedaron absortos, con su copa en la mano, dirigiéndose a ellos, continuó:

“A ustedes mis amigos, les dispenso; no les exijo acompañarme en esta copa, porque no sería correcto que los verdugos bebiesen en honor de las víctimas.”

“Fue tal la impresión producida en la concurrencia por semejante salida de su Excelencia, que aquella, en silencio, comenzó a dispersarse, terminando el banquete, como terminaban casi siempre todos los banquetes de palacio, en aquella época memorable y excepcional de nuestra historia.”

Y como sigue diciendo el Coronel Gómez: “Melgarejo no es un ser común, ES UN SER SUPERIOR, que muchos y escritores articulistas de periódicos no quieren reconocer debido a la miopía e inmovilidad mental que les hace aferrarse a conceptos esteriotipados.”

La rosca masónica y los intelectuales comunistas invitaron al general Melgarejo a participar de sus reuniones y ser parte de su privilegiado grupo. El general rechazó a los masones y los comunistas, que nunca le perdonaron tal afrenta y promovieron la estigmatización de su imagen con odio y saña.

¿Qué hará Usted hipotético lector? ¿Seguir la corriente pedagógica estigmatizante propuesta por unos masones y comunistas castrados de originalidad? o ¿brindar junto a nosotros por la próxima rendición de cuentas en la batalla final?

¡Fuerza y Honor a Nuestros Héroes Eternos!

¡LOOR ETERNO A LOS BRAVOS GUERREROS!