domingo, 6 de julio de 2008

Hacia los Fundamentos Para el Despertar.

Tercera Parte:
De la Patria.

1. DEL TRABAJO.

El trabajo es la principal fuente de riqueza de una nación. Debemos dejar a un lado la idea del pordiosero sentado en un trono de oro. No podemos pensar en vivir únicamente de las riquezas naturales, como hasta ahora, que muchos bolivianos, supuestamente la “mayoría” pretenden vivir del gas. ¿Qué veneno les han inoculado? Enriquecerse del trabajo de otras personas. Los recursos naturales deben industrializarse, y eso significa trabajo.

Es una desgracia tener que depender, hasta el día de hoy, de la donación que nos hacen algunas naciones. Ni siquiera podemos abastecer nuestro mercado interno de alimentos.

Que hacemos con tal cantidad de abogados, médicos, ingenieros, comunicadores, administradores de empresas, etc. Nosotros preguntamos: ¿Y el trabajo manual?

El trabajo manual debe volver a valorarse, inclusive, a la par de cualquier otra profesión intelectual.

Si algo le hace falta a este país es trabajo. Debemos abrir más caminos, industrializarnos medianamente a través de la microempresa y la pequeña industria. Hay que acceder a la metacognición para desarrollar la creatividad, la originalidad.

Una comunidad despierta a la memoria de la sangre buscara incansablemente la dignidad, y solo el trabajo enatece en este mundo.

El dinero en papel y metálico no debe ser sustentado con reservas de oro invisible o capital extranjero en un banco extranjero. El dinero debe sustentarse con el valor trabajo. Ese papel, ese metálico se valorizará con el trabajo.

La inflación deberá controlarse mediante un exhaustivo control fronterizo. Debemos proteger a nuestra nación protegiendo su economía. Si el trabajo artesanal es la principal fuente de ingresos de una nación, deberá controlarse el contrabando de productos y bienes que pueden ser manufacturados en el propia nación. Si la agricultura es otra gran fuente de empleo, no deberán importarse productos alimenticios con valor agregado. La industria es la base de una economía, mejor si es pequeña y mediana, asi dejamos aun lado la producción masiva que abarata costos pero en desmedro de la cualidad.

La Maquinaria y los productos tecnológicos que no podemos producir, deben ser importados con bajos aranceles. El Estado puede establecer un impuesto indirecto al comercio de tales productos.

Solo existirá una sana economía si hay trabajo y solo habrá trabajo si el Estado promueve el desarrollo y la implementación de un Servicio de Trabajo.

El Servicio de Trabajo reclutará en sus filas gente de todos los estratos sociales que quieran trabajar por su nación y acogerá al ejercito de desocupados que llenan las calles de las urbes en horas laborables. Contarán con todo el apoyo técnico y logístico para completar integralmente el circuito de caminos interdepartamentales y vecinales, agua potable y alcantarillado hasta en el pueblo o región mas remoto de Bolivia. Dotar de capacidad de albergue y vivienda para todos los ciudadanos bolivianos que acrediten esta condición por sus responsabilidades y aportes sociales para con la colectividad nacional seria una de las prioridades de este Servicio.

La reforma agraria debe redireccionarse a la posesión de tierras hacia y para las colectividades agrarias de trabajadores. Los individuos podrán tener tierras si las trabajan y cumplen una función social: crear empleos. La Tierra es del Estado y el Estado la concede y la garantiza a quien la trabaja. Las tierras productivas nunca mas serán objeto de posesión o división. La tierra de trabajo no se enajena, no se divide y es deber del estado considerarla PATRIMONIO NACIONAL.

La propiedad privada debe respetarse. Esta no puede ser objeto de “comunización”.

Una colectividad despierta tenderá hacia la desurbanización. Desarrollará un programa para ir desmantelando los suburbios urbanos, pues necesitaremos gente en el campo. El campo contará con todos los recursos necesarios para promover la migración ciudad-campo.

EL ESTADO DEBE PROMOVER ACCIONES TENDIENTES A CREAR UN AMBIENTE DE ALEGRÍA SOCIAL. TRABAJO CON ALEGRÍA PARA DEJAR DE SER DEPENDIENTES.

El trabajo será bien remunerado. Ya no habrá que depender de divisas y capitales extranjeros para dar valor a nuestra moneda. El trabajo, y entiéndase claramente esto, ya es un valor por sí mismo.

El Estado establecerá el trueque como forma alternativa para independizarse de las divisas y los intermediarios en el ejercicio del comercio exterior. Se establecerán aranceles de intercambio comercial validos dentro de nuestras fronteras y fuera de ellas mediante acuerdos de libre intercambio con otras naciones.

El intermediación comercial y financiera debe ser eficientemente regulada. Se dará preferencia al comercio directo. Solo se tiene derecho a vender o intercambiar proscribiendo el uso de la usura y los intereses compuestos.

La importación será regulada, pero se otorgaran facilidades para importar productos que no son producidos en nuestro país a condición de una justa valoración de la ganancia de un intermediario honesto.

El trabajo es un deber para todo ciudadano boliviano en sus plenas facultades. Se debe crear un ejército de trabajadores. El trabajo debe arrojar como resultado que el individuo logre la plenitud económica.

Una comunidad despierta a la herencia de sangre, utilizará el trabajo como resorte de su estrategia psicosocial hacia la restauración.

UNA COMUNIDAD DESPIERTA A LA HERENCIA DE SANGRE DEBE INOCULCAR EN LA SANGRE DE LAS NUEVAS GENERACIONES EL VALOR TRABAJO. LAS RIQUEZAS NATURALES DEBEN SER TENIDAS COMO LO QUE SON REALMENTE, UNA MERA VENTAJA ACCIDENTAL, QUE PODRÁ SER UTILIZADA, PERO QUE JAMÁS SERÁ TENIDA COMO FUNDAMENTO DE UNA ECONOMÍA SANA.