PROLOGO
A LA EDICIÓN BOLIVIANA
Es
sabido ya, pues la gente poco a poco va cayendo en cuenta de ello, que la
“historia” oficial ha sido distorsionada, mutilada, cambiada, y que por lo
mismo, ya no constituye un referente válido para emprender la tan anhelada
restauración político-social que todas las sociedades anhelan, imperiosa hoy
más que nunca, dada la galopante decadencia por la que atraviesa la humanidad.
Tapa de la edición boliviana 2013. |
Es
inexplicable que un libro como el que tenemos el honor de prologar, lleno de
información vital, que puede cambiar la forma de ver el mundo y a nosotros
mismos, haya sido descontinuado y casi desaparecido del ámbito cultural. Sobre
todo, aquí en los Andes, este libro podría generar una revolución social de
magnitud sin precedentes, puesto que los paradigmas sobre los cuales se asienta
la vida nacional están plagados de racismo, odio y prejuicio, contra los “no
originarios” de raza blanca; simplemente un gran porcentaje de la población
andina, no figura en absoluto en los censos poblacionales, habiendo sido
tachados como resabios de una “conquista” llena de perfidia y maldad, por lo
que se le ha quitado el derecho a figurar siquiera como minoría étnica.
Sin
embargo, la información de este libro evidencia que pueblos de razas blancas
habitaron América siglos antes del supuesto “descubrimiento”, y que estas
poblaciones aportaron un bagaje lleno de riqueza cultural, tan vasto y místico,
que aún se conserva en el ande, en los mitos, leyendas y folclore de todos los
pueblos americanos. La diablada boliviana, y otras danzas andinas, constituyen
una prueba irrefutable de ello, Y he ahí la virtud de “El Imperio Vikingo de
Tiahunacu” obra de este gran antropólogo, arqueólogo, filólogo e investigador
argentino de origen francés, Don Jaques de Mahieu, que recopilo información en
un sin número de viajes por México, Guatemala, Perú, Bolivia, Paraguay y la
Argentina, siguiendo el rastro de los vikingos en América, y su extraordinario
legado, su historia, vicisitudes y horrendo final a manos de una rebelión
diaguita encabezada por el Casique “Kari”, en el siglo XIII, que devastó el
Tercer Imperio Tiahuanacu.
Sólo
la información sucinta que hemos brindado en párrafos precedentes, tira por el
piso toda la “historia” que se nos inculca a fuerza de repetición en colegios y
universidades. Detrás del mal llamado “descubrimiento”, hay mucho más que un
afán de encontrar otra ruta a las Indias Orientales y someter a unos pueblos
retrasados. Con la llegada de los conquistadores, arribó una casta sacerdotal
que trato de borrar las huellas del pasado atlante de la humanidad y su
conexión andina.
Así
mismo, detrás de este racismo intolerante del “no blanco” amerindio hacía el
hombre “blanco”, hay un odio ancestral afincado por siglos de intolerancia y
antagonismo entre castas reales, puesto que fueron los mal llamados “incas”
cuando el imperio se encontraba en franca decadencia, los que trataron de hacer
desaparecer todo vestigio de la influencia vikinga en la cultura y tradición de
los pueblos andinos.
En
esta era de la igualdad, de las leyes anti-discriminación, es nuestro deber ser
ecuánimes y honestos, puesto que ahora, toda esta tendenciosa parafernalia
supuestamente anti-xenofoba y anti-racista constitucionalizada y legalizada
pomposamente, sólo se aplica cuando el “blanco” por el hecho de expresar alguna
actitud, inclusive justa, ofende a un “no blanco”; en este sentido, hace poco
en Bolivia, el gobierno de turno ofendió a cientos de miles de personas
discrimándolas del último censo, y nadie dijo o hizo algo para rectificar esa
actitud, esta sí, xenófoba, racista e intolerante, de una mayoría que por
cuestiones coyunturales posee el control del aparato del Estado, en contra de
una minoría que también tiene derechos y virtudes que deben ser tomados en
cuenta y respetados.
Que
este libro sirva para poner en evidencia a todos aquellos hipócritas que se
esconden detrás de la ignorancia de la verdad histórica destruida por siglos de
oscurantismo y persecución religiosa, política, social y económica.
Así
mismo, que este libro sirva para comenzar a volcar los ojos a nuestro pasado ancestral
y así cambiar nuestro presente y con él, conseguir mejores días para esta
América de las razas, sufriente, pluricultural, plurinacional y multiétnica.
Cochabamba 15
de Abril de 2013. Los Editores.
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