Antes de comenzar este punto, pedimos a la Divina Providencia que en quienes haya comenzado el proceso del despertar se concrete el TRIUNFO DE LA VOLUNTAD.
LA FUERZA DE VOLUNTAD ES UN PARÁMETRO DE LA PUREZA SANGUÍNEA. A MAYOR VOLUNTAD, PUREZA, A MENOR VOLUNTAD, CONFUSIÓN.
FINALMENTE DIREMOS QUE EL DESPERTAR ES UN ACTO NETAMENTE VOLITIVO.
Cuando el individuo ha despertado es capaz de sostener una MÍSTICA PERSONAL que lo llevará a encontrarse con otros hombres como él o ella.
Cuando nos dirigimos hacía el ideal, cuando hacemos el camino, es decir, cuando caminamos el sendero de retorno a nuestra integridad, nos encontramos con un fenómeno que no puede ser catalogado dentro del devenir predeterminado del tiempo y del espacio. ES UNA UNIÓN MÍSTICA CON INDIVIDUOS DE LA MISMA RAZA ESPIRITUAL. Es como un cordón dorado, aura cátena.
Cuando tenemos la “suerte” de encontrarnos con individuos que persiguen el mismo ideal, los reconocemos como iguales, pues intuitivamente intercambiamos roles y caemos en cuenta de que compartimos la misma búsqueda, la misma soledad, el mismo dolor primordial, el mismo sufrimiento existencial.
CUANDO ESTE RE-ENCUENTRO DE LA FALANGE SE PRODUCE, REIVINDICAMOS LA LEALTAD COMO PRINCIPIO ESPIRITUAL. COMPRENDEMOS QUE LA LEALTAD ENALTECE, FORTALECE, SOSTIENE EL TODO Y LA PARTE.
LA LEALTAD ES UNA CONVICCIÓN, UNA PUESTA DE SENTIDO HACÍA NUESTRO IGUAL. CREEMOS EN EL HEROÍSMO DEL QUE ESTA A NUESTRO LADO, PORQUE EL SOSTIENE NUESTRA HEROICIDAD. CREEMOS EN SU DERECHO A LA GLORIA PORQUE EL NOS RESPETA Y NOS HONRA.
LA LEALTAD ES LA VIRTUD DE LA FALANGE, EL HOMBRE QUE ESTA A LA IZQUIERDA PROTEGE CON SU VIDA AL QUE ESTA A SU LADO, CUBRIÉNDOLO CON EL ESCUDO, CON EL MANTO ÍGNEO DE SU MÍSTICA.
SER LEAL ES SENTIR EL ESPÍRITU E INSPIRARLO EN LA FALANGE.
SÓLO SE PUEDE SER LEALES HACÍA LA SANGRE Y POR LA SANGRE. ES DECIR, SOLO SE PUEDE SER LEAL DESDE EL YO HACIA EL YO.
SABERSE LEAL ES RECONOCERSE INCORRUPTIBLE, QUE ES MEJOR MORIR ANTES QUE VIVIR EN DESHONOR.
SER LEAL ES UN ACTO DE LA VOLUNTAD. LA LEALTAD NO SE PIENSA, SE HACE SENTIDA. UNA PERSONA PASIVA NO PUEDE SER LEAL.
LA LEALTAD ASÍ, ES UN FUNDAMENTO POR SÍ MISMO. CONDICIONA AL SER, LO ORIENTA HACÍA LA ESPIRITUALIDAD.
LA LEALTAD ES PARTE DE NUESTRO ORIGEN, VOLVAMOS A ÉL. LA LEALTAD ES SENTIRSE LIBRE, FUERA DE TODA DETERMINACIÓN.
Haciendo un paréntesis, diremos que en el Origen, el ancestro llevaba en su sangre un símbolo. Parte de ese símbolo es lo que nosotros debemos entender como lealtad.
La lealtad no es un mero concepto que podemos desentrañar consultando una enciclopedia o buscando en un diccionario. Al ser un atributo fundamental de la espiritualidad sólo podrá ser intuido mediante el sentido. Para eso debemos dejar a un la lado la racionalidad y sentirnos leales.
La lealtad, repetimos, sólo se puede sentir a través de un vínculo carismático. Sólo puede existir lealtad entre camaradas.
El soporte que podemos brindar a alguien de nuestro circulo o familia es un leve recuerdo de la lealtad primordial de nuestro espíritu.
LA ÚNICA MANERA DE RESIGNAR LA TRAICIÓN, ES MEDIANTE LA LEALTAD ESPIRITUAL. NO OLVIDEMOS QUE LA TRAICIÓN JUNTO AL DOLOR HACEN A LA DINÁMICA DEL UNIVERSO MATERIAL.
El Universo material sólo cobra realidad gracias a nuestro sentido. El dolor es pues necesario, ya que es un momento culminante de expresión de máximo sentido. Mas adelante volveremos a hablar de esto.
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